Activo en cualquier tamaño
¿Le cuesta empezar a hacer ejercicio? Tal vez sea difícil encontrar la ropa adecuada. O le falta el aire o se cansa rápidamente. Podría resultarle incómodo hacer ejercicio frente a otras personas.
Si no se siente bien en su cuerpo, incluso los pequeños obstáculos pueden impedirle ser activo.
Pero se pueden sortear los obstáculos, grandes y pequeños. Piense más allá de ellos.
Pronto llegará a divertirse al estar activo. ¡Y también se sentirá mejor!
¿Cuáles son las recompensas de ser activo?
Un hábito regular de actividad está relacionado con grandes beneficios para la salud. Estas incluyen:
Pérdida de peso.
Reducir la presión arterial y el azúcar en la sangre.
Huesos, músculos y articulaciones saludables.
Corazón y pulmones fuertes.
Dormir mejor por la noche.
Mejor estado de ánimo.
¿Cuáles son los secretos del éxito?
Empiece donde está ahora mismo. Elija actividades que se ajusten a su nivel de forma física. Así evitará lesionarse o desanimarse. Le ayuda a mantener el rumbo.
Empiece de a poco. Preste atención a cómo se siente. Aumente poco a poco la duración y la frecuencia de su actividad.
Las buenas opciones para empezar son:
Caminar.
Ejercicios acuáticos.
Bicicleta reclinada.
Es de esperar que tenga algunas molestias musculares mientras su cuerpo se acostumbra a los nuevos movimientos. A medida que se ponga más en forma, estará preparado para probar nuevos entrenamientos o deportes.
¿Puede cualquier persona volverse activo?
La actividad física es segura para la mayoría de personas:
Si tiene algún problema de salud, como una enfermedad cardíaca, diabetes o malas articulaciones, acuda a su proveedor de cuidados. Obtenga orientación sobre lo que es seguro para usted.
Tome medidas de seguridad cuando esté activo.
¿Cuáles son algunos consejos de seguridad?
Prepare:
Utilice el equipo de seguridad adecuado, como el casco para montar en bicicleta.
Asegúrese de que el equipo deportivo que utiliza funciona y se ajusta correctamente.
Elija lugares seguros para estar activo. Vuélvase activo con la compañía de un amigo o un grupo.
Tome agua antes, durante y después de ejercitarse.
En los días soleados, protéjase con un sombrero y crema solar o ropa protectora.
Si hace frío o viento, vístase en capas.
Conozca sus señales de alarma. Si no se siente bien, detenga lo que está haciendo. Es importante buscar ayuda médica de inmediato si se tiene:
Dolor, opresión o presión en el pecho, cuello, mandíbula o brazo.
Dificultad extrema para respirar.
Vértigo o malestar.
Si su actividad le causa dolor en las articulaciones, los pies, los tobillos o las piernas, hable con su proveedor de cuidados. Puede que tenga que cambiar lo que hace.
Vestirse con comodidad
Elija ropa de entrenamiento que:
Absorba el sudor y se seque rápidamente (no de algodón).
Son ligeros y permiten moverse con facilidad.
Se ajustan a las piernas, como las mallas, para evitar las rozaduras.
Que le proporcione un buen soporte (como zapatos o un sujetador deportivo).