Reflexione y actualice sus objetivos
¡Este es su primer control de progreso! Desde la fecha de su lanzamiento, ¿cómo le ha ido?
Mire sus 2 objetivos de acción y el registro de seguimiento. Hágase estas preguntas:
¿Qué ha funcionado bien?
¿Qué no ha ido tan bien?
¿Ha superado un objetivo de acción?
Caso contrario, eso no tiene nada malo. Cambiar de hábitos no siempre es fácil.
La clave es aprender de los tropiezos y los desafíos. Pregúntese:
¿Necesito un poco más de tiempo?
¿Debo modificar este objetivo para hacerlo más factible?
¿Qué he aprendido sobre las cosas que se interponen en el camino?
¿Cómo voy a manejar estas barreras para el éxito?
Puede que encuentre buenas respuestas en un cambio de horario, en los lugares a los que va, en las personas con las que pasa el tiempo o en la forma de comprar y hacer la comida. Tal vez se recomiende un cambio en lo que espera de usted mismo. ¡Planifique con antelación para que la próxima semana sea un éxito!
Si ha conseguido un objetivo de acción, ¡felicidades!
¡Reclámelo como su nuevo hábito! ¡Siga adelante!
Establezca un nuevo objetivo de acción. ¿Qué es lo siguiente que quiere probar?
Actualización de los objetivos de acción
Para resumir y planificar, registre:
Sus 2 objetivos de acción de alimentación y actividad para los próximos días. Pueden ser los mismos objetivos, revisados o nuevos.
Lo que ha funcionado bien para usted.
Lo que cambiará o evitará.
Sus éxitos, grandes y pequeños. ¡Lleve una lista de cada objetivo de acción que logre!
Si todavía no ha notado ninguna pérdida de peso, no se preocupe. Su cuerpo acaba de empezar.
Puede que le lleve un poco de tiempo empezar a verse y sentirse diferente.
Continúe aplicando su plan. Dígase a sí mismo con frecuencia: "¡Voy a alcanzar mi peso objetivo!"